La realidad
de todo es que nuestro caminar con Cristo es un proceso que en ocasiones se nos
hace difícil, y definitivamente es extenso.
Digo esto porque al igual que el rompe cabezas, nosotros tenemos un
conocimiento básico de cómo armarlo, pero no sabremos como lucirá hasta que no
lo terminemos. Nosotros tenemos un conocimiento básico de lo que Dios quiere y
demanda de nosotros. Nosotros sabemos que las cosas no suceden por coincidencia
sino por la voluntad de Dios.
Esto es algo que queda muy bien declarado en
Apocalipsis 4:11 cuando leemos: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la
honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen
y fueron creadas.” Pero aunque poseemos éste conocimiento, nosotros no tenemos
una imagen completa de lo que Dios tiene para con nosotros o en nuestra vida.
Nuestro
caminar Cristiano es similar a un rompe cabezas; similar en el sentido que si
no tomamos el tiempo de poner todas las piezas juntas, si no ejercemos
paciencia y determinación, entonces nunca llegaremos al entendimiento de lo que
Dios tiene para nosotros, en otras palabras no alcanzaremos ver la imagen
completa. No alcanzaremos ver el propósito de Dios en todo.
Continuando
con nuestro estudio leemos: “…vosotros también, poniendo toda diligencia por
esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,
piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”. En estos
versículos podemos ver claramente que se nos da una instrucción específica.
Aquí vemos que se nos dice a nuestra fe tenemos que añadirle unos elementos
esenciales. En otras palabras vemos que se nos dice que nuestra fe tiene que
crecer en varias áreas, y más que todo tiene que crecer en la paciencia. Si
queremos recibir las bendiciones de Dios, tenemos que ser pacientes y esperar
en Él. Esto es algo que queda bien reflejado en Hebreos 10:36 cuando leemos:
“…porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de
Dios, obtengáis la promesa.” .
El enemigo
vendrá y tratara de confundirnos, el enemigo vendrá y tratara de sembrar dudas
en nuestra mente. El enemigo tratara de confundirnos usando diferentes medios o
recursos, y hasta tratara de apartarnos de la voluntad de Dios usando a
creyentes que quizás no estén muy firmes, o a los que se dejan llevar por
impulsos de la carne.
Pero cuando
esto suceda tenemos que reconocerle por lo que es, tenemos que reconocer que es
una oportunidad que el Señor nos brinda para que ejercitemos y demostremos
nuestra paciencia. Es por eso que en Romanos 15:1 encontramos que se nos dice:
“Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles,
y no agradarnos a nosotros mismos.” En otras palabras tenemos que demostrar
nuestra paciencia y ayudarles a que reconozcan el error de sus maneras.
Cuandosomos pacientes y esperamos en Dios, absolutamente confiando en que Él
hará las cosas a su debido tiempo, entonces recibiremos la bendición.
Sé que en
ocasiones ser paciente no es nada fácil; yo confieso que de vez en cuando yo
puedo ser algo impaciente. A mi también me gustaría ver las cosas resueltas de
inmediato, especialmente cuando me toca pasar por una prueba o situación. Ser
paciente y esperar en Dios no es algo fácil; como les dije, la mayoría de
nosotros queremos las cosas no ahora, sino ayer. Queremos las cosas de
inmediato, pero preguntémonos: ¿Cómo serian las cosas si Dios demostrara el
mismo nivel de paciencia nuestro? ¡Gloria a Dios por su paciencia! Si Dios
tuviera nuestra impaciencia éste mundo se hubiese acabado hace ya mucho tiempo.
Si Dios tuviera nuestra impaciencia el hombre ya no existiría. Pero, ¿por qué
es Dios tan paciente con nosotros?
La razón es
porque Él nos ama; el amor es otro elemento esencial que tenemos que añadirle a
nuestra fe. Con un solo pensamiento Dios puede destruir éste mundo de maldad,
con un solo pensamiento Dios puede desaparecer a toda criatura de ésta tierra,
pero Él no lo ha querido así. Él desea que todos seamos salvos; esto es algo
que queda bien claro en 1 Timoteo 2:3-4 cuando leemos: “Porque esto es bueno y
agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4el cual quiere que todos los
hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” Dios puede juzgar
al mundo en éste mismo momento, pero Él no lo ha hecho así. Todos aquí estamos
gozando de no solo la gracia de Dios, sino también de su infinita paciencia.
Dile a la persona que tienes a tu lado: ¡gloria a Dios por su paciencia!.
Cuando
somos pacientes, cuando nuestra fe es fortalecida con la paciencia, la Palabra
de Dios nos dice: “Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os
dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo.” En otras palabras, lo que Pedro nos esta diciendo aquí es que el
pleno conocimiento de nuestro Señor Jesucristo depende de nuestro progreso en
la fe, nuestro progreso en la paciencia; nuestro progreso en el amor; éste
progreso tiene que ser una cosa constante.
No podemos
detenernos en nuestro crecimiento, no podemos dudar, tenemos que perseverar.
Cuando perseveramos con paciencia no existe situación que no podamos vencer.
Cuando perseveramos con paciencia no existe obstáculo que no podamos superar.
Cuando perseveramos con paciencia no existe barrera que no podamos derrumbar.
Ya nunca más estaremos ansiosos, sino esperaremos en Dios. Ya no estaremos sin
dar buenos frutos, sino que nuestros frutos serán agradables a Dios.
Para
concluir. Nuestra impaciencia puede causar que nos perdamos las bendiciones que
Dios tiene para nosotros. No podemos ser impacientes, sino tenemos que confiar
en Dios y que Él hará la obra en su tiempo. Ser pacientes en ocasiones es algo
difícil, pero cuando esperamos en Dios siempre recibiremos fuerzas nuevas,
siempre recibiremos las bendiciones que Él tiene para nosotros.
Es como nos
dice la Palabra en Isaías 40:31 cuando leemos: “…pero los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se
cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” cuando esperamos en el Señor, Él nos
fortalecerá en todo momento, Él nos ayudara a atravesar esas situaciones
difíciles, Él removerá todo obstáculo y derrumbara toda obstrucción de nuestro
camino. Cuando esperamos en Dios, cuando demostramos paciencia, recibiremos la
bendición que Él tiene para nosotros en el debido tiempo. Dile a la persona que
tienes a tu lado: se paciente.
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