1ª
Tesalonicenses 5:17
INTRODUCCIÓN:
La oración
es la llave que nos abre la comunicación con el poder de Dios, con su
misericordia, con su amor y riquezas de su gloria. Todo creyente debería disfrutar de estos
efectos de la oración. La vida triunfante de los hijos de Dios se basa en
oración constante, perseverante y gozosa.
¿Puede un creyente dar evidencias de su vida de oración? Sí. Cuando
tenemos comunión con Dios, hay evidencias que se dejan ver en nuestra vida cotidiana.
Veamos estas evidencias:?
I.
RESPUESTA PÚBLICA DE DIOS A TUS PETICIONES (Mt. 6:6).
Tú siempre
vas a orar en tu aposento. Cuando continuamente buscas el rostro de Dios y
tienes un lugar en tu casa para encontrarte con él, tu haces de ese lugar un
aposento. La palabra aposento tiene dos connotaciones: anogeon, que es una
planta alta en donde se comía y se disfrutaba de la intimidad. Cuando Jesús usa
esta figura del “aposento” , los discípulos entienden que la oración es una
invitación a alimentar el espíritu de la presencia de Dios y tener intimidad
con él... ¡Aleluya! La otra palabra que se usa para “aposento” es kataluma, que
era la habitación para huéspedes, lugar de alojamiento.
“Tu Padre
que ve en lo secreto, te recompensará en público”, es decir, que todo lo que tu
llevas a Dios en oración en tu aposento, se te responderá ante los ojos de los
demás. Es decir, habrán testigos de que Dios es un Dios que responde a la
oración del justo.
II.
ENTENDEMOS LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRA VIDA (Lc. 22:42).
La gran
dificultad de muchos cristianos es que no comprender la voluntad de Dios para su
vida: viven confundidos, haciendo decisiones erróneas, buscando metas por puras
“corazonadas”. Para conocer la voluntad de Dios tenemos que estar dispuestos a
pagar el precio: oración, oración y más oración. Muchas personas van y
preguntan a otros: “Fíjate, que quiero que me ayudes a saber cuál es la
voluntad de Dios para esta etapa de mi vida”. Hay personas sabias en la vida
cristiana que seguramente le ayudarán, pero como conclusión siempre le dirán:
“Este es el consejo que te doy, pero tú ora a Dios”.
Si queremos
comprender la voluntad de Dios, tenemos que preguntarle a él: “¿Cuál es tu
voluntad, Señor?” De qué manera podemos hacerle esta pregunta a Dios: orando.
Si el Señor Jesús oró para asumir la voluntad de Dios como plan para su vida y
ministerio de salvación, tu y yo no podemos cometer el error de no orar.
III. SOMOS
LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO (Hch. 4:31).
Ante
cualquier desafío, cualquier tentación, cualquier prueba a nuestra fe: cuando
oramos Dios envía su Espíritu para darnos de su poder y vivir triunfantes y
dando testimonio de su presencia en nuestras vidas. Hay muchos creyentes que no
han alcanzado la vida llena del Espíritu y tienen mucho tiempo de conocer a
Cristo el Salvador, pero no han crecido en intimidad con él, no tienen su
“aposento alto” para que Dios los sature de su presencia. No es posible
perseverar en la vida cristiana con tantas tentaciones y provocaciones de un
mundo que no conoce a Dios, no es posible resistir al Diablo, ni es posible
hacer la obra de Dios si no se está lleno del Espíritu Santo. Aprendamos esta
verdad: DIOS ENVÍA SU ESPÍRITU SANTO A QUIENES SE MANTIENEN EN ORACIÓN.
IV. NOS
MANTENEMOS EN CONSAGRACIÓN (Hch. 10:1-4).
La comunión
con Dios nos hace vivir concientes de su presencia. Sabemos que le pertenecemos
a él, que no somos nuestros, que somos de Dios. La vida de oración requiere de
obediencia, de sumisión de nuestra carne; por eso Cristo enseñaba a sus
discípulos: Orad y velad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mt. 26:41). La vida de
consagración no es otra cosa, sino una vida victoriosa sobre las tentaciones:
“Todo lo que es nacido de Dios, vence al mundo” (1ª de Juan 5:4a).
Cornelio,
era un varón consagrado y sus oraciones eran agradables para Dios. Las
oraciones de la gente consagrada son las que mueven la mano de Dios para
bendición, pues la oración eficaz del justo puede mucho (Stgo. 5:16b). ¿Hasta
qué punto puede la oración de una persona consagrada mover el cielo a favor de
la obra? No tenemos idea, en el caso de Cornelio, Dios le envió un ángel para
engrandecer su obra en la vida del mismo y de todos los que con él estaban,
¡Gloria a Dios!
V. TENEMOS
VICTORIA SOBRE LAS PRUEBAS Y ACECHANZAS DEL ENEMIGO (Hch. 16:25-26).
Una vida de
oración es una vida de alabanza, Pablo y Silas cantaban himnos a Dios en
oración. Sus oraciones eran cánticos para Dios: Hay victoria en la alabanza.
Cuando Satanás intenta impedir el trabajo de los hijos de Dios, la oración y la
alabanza obran el poder de Dios a nuestro favor y nos mantienen en victoria.
En el 2º
libro de los Reyes, capítulos 18 y 19, leemos cómo Dios libró a su pueblo de
manos del enemigo que quiso intimidarlo. La oración de un líder consagrado,
determinó una respuesta poderosa de parte de Dios.
En
18:33-35, Senaquerib rey de Asiria, confronta a los ejércitos del pueblo de
Dios. Menosprecia al Dios de Judá y lo compara con las imágenes. Levanta un
desafío contra el propio Dios de los ejércitos y minimiza su majestad y poder.
En
19:14-20, leemos la oración del rey Ezequías y la respuesta de Dios.
En
19:32-34, observamos la promesa fiel de Dios.
En
19:35-37, vemos la victoria de Dios sobre el enemigo, librando así a su pueblo,
de las garras de destrucción.
Pero esta
historia, nos pone de manifiesto, que la oración oportuna e insistente mueve el
poder, la misericordia y el amor de Dios a favor de los que le invocan.
CONCLUSIÓN:
¿Tienes
respuesta a tus oraciones? ¿has comprendido la voluntad de Dios para tu vida?
¿eres lleno del Espíritu Santo? ¿te has mantenido en consagración? ¿eres un
cristiano victorioso que te mantienes firme ante las acechanzas del enemigo?
Todo ello es evidencia de una vida de oración: una vida que se alimenta de la
presencia y de la palabra de Dios; y que tiene intimidad con él. “La comunión
íntima de Jehová es con los que le temen” nos dice el salmista. “Invócame en el
día de la angustia, te libraré y tu me honrarás” nos asegura la promesa divina
(Salmo 50:15).
¿Tienes tu
aposento? ¿Conoce Dios el lugar en donde te encuentras con él? Dios hace un
llamado ahora para que seamos cristianos cuyas vidas reflejen las evidencias de
una vida de oración.
0 comentarios:
Publicar un comentario